Siempre he defendido que no hay nada más beneficioso que tener al deporte, o mejor, al ejercicio físico, como un pilar más de nuestro estilo de vida. Pero debemos reflexionar y así evitar errores que puedan convertir al mejor aliado para la salud en nuestro principal enemigo.

La salud y el ejercicio están muy relacionados, pero ¿es realmente bueno el deporte para nuestra salud?

El deporte de alta competición no es sano en sí, es saludable según se practique. Todo deporte por muy sano que sea, cuando es practicado de una forma excesiva, puede alterar su efecto beneficioso y provocar daños en nuestro cuerpo.

 

Cada edad tiene su deporte, los años y naturalmente el estado de salud son la medida de las cosas. El deporte que años atrás había sido “sano” puede convertirse con el paso de los años en deporte dañino para nuestro organismo. La mayor parte de los juegos con pelota son muy bien acogidos durante la juventud; en el fútbol por ejemplo, se trabaja mucho la coordinación, agilidad, destreza, resistencia, velocidad y también se estimula la formación de la musculatura y los huesos, pero cuando estamos en una edad madura, todo ello puede constituir un peligro para los músculos a causa de su dinamismo.

El ejercicio físico, solo puede mejorar la salud cuando es practicado activamente, los deportistas pasivos, espectadores y no actores del deporte, prácticamente no hacen nada por un mejor bienestar. Sólo aquel que hace ejercicio entrena su cuerpo. Tampoco tiene ningún sentido practicar muy de vez en cuando mucho deporte o ejercicio físico y después pasar semanas no haciendo ningún tipo de actividad.

Que el ejercicio físico es beneficioso para nuestra salud, no hay duda, pero siempre que sepamos elegir el tipo y la intensidad que nos conviene, según nuestra edad y nuestro tiempo libre. Los traumatólogos y fisioterapeutas colman sus consultas con pacientes que han jugado a ser deportistas, son el paciente ideal, personas sanas que todos los años se lesionan, una, dos, tres veces, y siempre reinciden.

Aunque la actividad física está de moda, entre otras cosas porque tiene muchas ventajas para nuestro bienestar físico, realizarla en exceso o mal practicada  provoca problemas, puede ser muy peligroso para nuestro corazón, articulaciones, espalda y hasta para nuestra lucidez. Debemos aprender a sortear los inconvenientes y los peligros del ejercicio, para poder evitarlos y poder practicar ese deporte que tanto nos gusta sin riesgos para nuestra salud. Por ello, antes de emprender esta bonita aventura llamada deporte, es conveniente consultar con el médico especialista y a ser posible realizar un reconocimiento médico y una prueba de esfuerzo.

Realizar deporte a cualquier edad es primordial para conservar un estado de buena salud. Es por ello que desde niños  es aconsejable que se empiece a practicar varios deportes y a mantener la actividad física como parte de la vida y de la rutina de los más pequeños, eso sí, siempre ajustándolo a las posibilidades y gustos de cada persona. Sólo así los jóvenes se introducirán en esta apasionante afición; y el deporte formará parte de sus vidas. Es necesario que durante todos los días o los máximos posibles, tanto niños como adultos, ejerzan algún ejercicio para mantener un estado de vida saludable y una buena forma física.

Finalmente me gustaría recordar que el deporte, por muy sano que sea, no es un remedio curativo y no puede compensar todos los errores cometidos en otros aspectos de la vida con respecto a nuestra alimentación, o malos hábitos de existencia. El interés por la salud no es suficiente para mantenerse sano o volver a serlo. Una de las mejores cosas del ejercicio es que nunca es tarde para empezar.

¡Hay que hacer algo para conseguirlo! Eso sí, teniendo en cuenta que no el deporte, sino “jugar” a intentar emular a un deportista de élite, no está exento de efectos secundarios.  Es responsabilidad de todo deportista, amateur o élite, que la consecución de resultados jamás ponga en peligro su salud.

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