1Hace unos días el concejal de Deportes del Ayuntamiento de Los Realejos, José Benito Dévora me comunicó que era intención del grupo de gobierno llevar al Pleno el inicio de expediente para la concesión de honores o distinciones hacia mi persona, con el objetivo de que una instalación deportiva del municipio llevara mi nombre. No supe reaccionar, no estaba preparado para una noticia tan extraordinaria para mí. A los pocos días lo vi reflejado en este mismo medio de comunicación, Diario de Avisos, con el titular: “Dos centros deportivos se llamarán Basilio Labrador e Iván Ramallo” y un subtitular con este contenido: El gobierno municipal inicia los expedientes de distinción de honores a los destacados deportistas “por su larga y exitosa trayectoria en el atletismo”. Todo esto, como es lógico, me halaga, me llena de gratitud y en cierta manera, me obliga aún más con mi tierra.



Nunca imaginé que podría llegar a formar parte de la historia de Los Realejos. Nuestros barrios están colmados de personas muy valiosas que muchas veces pasan desapercibidas y su obra no suele ser reconocida tanto como sería deseable, y mucho menos en vida, el caso de Iván y mío propio parece que puede ser diferente.

Lo más grande para un deportista es que le reconozcan en su tierra, y tener una instalación con tu nombre es una distinción, en caso de llevarse a cabo, que llevaré con mucho orgullo, máxime cuando mi nombre es el patrimonio más grande que tengo; es el mayor legado que mis padres me han dejado.

Desde siempre he tenido como espejo a todas aquellas personas que día a día se esfuerzan por el trabajo bien hecho, convirtiendo ese ardor en uno de los principales valores de sus vidas, ese ha sido y es mi motivación para seguir trabajando y entrenándome día a día. Para mi ser deportista es algo más que saber ganar y lograr grandes metas. Hay que saber quemar las etapas por las que todo deportista debe pasar desde su base hasta su cúspide. Una marca siempre puede ser superada, ser un campeón tiene caducidad, pero los buenos gestos y las buenas acciones, quedarán siempre en la retina de los aficionados. Ser deportista es una actitud, un comportamiento muy determinado, no sólo ante las competiciones, sino también ante cualquier circunstancia de la vida. Y todo ese esfuerzo muchas veces no es ni reconocido, ni entendido, ni apoyado. No disimulo que la noticia me ha hecho mucha ilusión, me siento muy feliz, no sé si el reconocimiento es merecido o no, si saldrá adelante o no, cada cual tendrá su opinión, pero reconociendo una trayectoria deportiva, estás dignificando un largo trabajo y por ello me siento muy agradecido.

A todos mis paisanos realejeros, muchas gracias.

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